El compromiso de los guardias reales con los compañeros que encaraban una jornada tan importante fue sincero y generoso. La Unidad de Seguridad facilitando los accesos al acuartelamiento, la Segunda Sección del Estado Mayor recibiendo y acompañando a los familiares y amigos de los confirmandos, una representación de la Unidad de Música dando la mayor solemnidad posible a la ceremonia y cómo no, la primera promoción de monaguillos de la Guardia Real, que juraron sus cometidos en el tramo final de la celebración, otorgaron a este día tan especial el inconfundible aroma de las horas pasadas en familia.
En presencia del jefe de la unidad, coronel don Juan Manuel Salom Herrera, asistieron en el altar el vicario de Defensa, don Javier de la Vega, quien presidió la liturgia, nuestro querido monseñor don Serafín Sedano, párroco de Mingorrubio y actual capellán de la Casa de Su Majestad el Rey, y el páter de la Guardia Real, don Iván Manuel Cote Benítez.