La solemnidad y el recogimiento volvieron a ser las notas predominantes de esta adoración de la Cruz, dirigida - en esta ocasión - por el delegado de Juventud, don Iván Manuel Cote Benítez. Entre cantos de Taizé y del hermano Jean-Baptiste de la Sagrada Familia, se dedicó un tiempo a la contemplación tras la Lectio Divina, se presentaron las oraciones y preocupaciones de los más jóvenes de nuestro Arzobispado, para finalizar con el sobrecogedor gesto penitencial de arrodillarse a escasos centímetros de la imagen del Señor Crucificado.

Especial mención merece la exquisita participación del coro de jóvenes “Guías Scout de Europa” de Madrid, que lograron - con su amplio y acertado repertorio - alcanzar las más elevadas cotas de la excelencia en lo que a la música sacra juvenil se refiere. De igual manera, hemos de valorar y agradecer el esfuerzo realizado por los anderos del Cristo de los Alabarderos, que llevaron a cabo la exigente tarea de disponer el templo, de modo que estuviera a punto para favorecer un ambiente de piedad y oración.

Rogamos al “Dios de los Ejércitos” para que esta celebración - convocada por el grupo universitario de este Arzobispado por segundo año consecutivo y apoyada, en esta ocasión, por el grupo de “Pray and Share” y por los anderos del Cristo de los Alabarderos - pueda continuar enriqueciendo la vida espiritual y litúrgica de nuestra Catedral Castrense y siga siendo un testimonio de fe en el corazón de la capital de España.