Este domingo en que la Iglesia celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad.

El Señor Arzobispo ha iniciado su predicación subrayando "la gran pedagogía que la Iglesia sigue en el año litúrgico".

Desde los tres ejes de nuestra fe, que "son tres signos del cristianismo: el triangulo de la Santísima Trinidad, la encarnación del Verbo y el signo del buen samaritano", como elementos presentes en cada iglesia que se construía en la Reconquista, ha iniciado una reflexión sobre la fiesta de la solemnidad y las lecturas propias de la celebración de hoy. Donde la liturgia nos sitúa en lo esencial de la fe cristiana: "un Dios que es amor, predica amor, y envía amor".

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