Así mismo el Sr. Arzobispo, ha recordado en su homilía dominical, como el Rey Ciro de Persia, apodado el «Ungido», permitió la libertad religiosa al pueblo judío y a la vez la vuelta a la tierra de Israel. Haciendo ver, que Dios se vale de cualquier situación para sacar un bien mayor, pues Ciro un rey pagano, de su tiempo pudo ser una ayuda al plan de Dios con su pueblo. A si mismo, ha recordado la importancia de los poderes temporales y espirituales, haciendo ver la necesidad de ambos para el hombre, pues somos cuerpo y alma, vivimos en este mundo y necesitamos de un poder temporal, pero sin olvidar la importancia y primacía de los bienes eternos y espirituales, de manera que ambos deben separarse e ir unidos a la vez en la vida del hombre.