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15/09/2023 - Viernes de la 23ª semana de Tiempo Ordinario. Bienaventurada Virgen María de los Dolores.

1ª lectura: Antes era un blasfemo, pero Dios tuvo compasión de mí.

Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,1-2. 12-14

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, Salvador nuestro, y de Cristo Jesús, esperanza
nuestra, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de
Cristo Jesús, Señor nuestro.

Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz se fio de mí y me confió este ministerio,
a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí
porque no sabía lo que hacía, pues estaba lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor
sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamente en Cristo Jesús.

Salmo: Sal 15, 1b-2a y 5.7-8. 11

R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. R.

Bendeciré al Señor que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R.

Me enseñarás el sendero de la vida
me saciarás de gozo en su presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R.

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Dichosa es la bienaventurada Virgen María,
que, sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R.

 

Evangelio: Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena.

Lectura del santo Evangelio según san Juan Jn 19, 25-27

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María,
la Magdalena.

Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:

«Mujer, ahí tienes a tu hijo».

Luego, dijo al discípulo:

«Ahí tienes a tu madre».

Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

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