Vida y fama de santidad
El P. Fernando Huidobro Polanco, S.J. nació el 10 de marzo de 1903 en Santander, en el seno de una familia muy religiosa, siendo bautizado al día siguiente. Recibió la confirmación el 20 de abril de 1904 e hizo la primera comunión el 3 de julio de 1911. Era el sexto de nueve hermanos, de los cuales uno fue jesuita y dos, religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Los primeros estudios los hizo en Melilla y el bachillerato en Madrid. Después de cursar un año preparatorio de Derecho en el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) en Madrid, ingresó en la Compañía de Jesús en el noviciado de Granada el 16 de octubre de 1919, haciendo los votos del noviciado el 21 de octubre de 1921. Los años siguientes se dedicó, también en Granada, a los estudios de Humanidades del juniorado (1921-1924) y los de Filosofía (1924-1927). Los tres años de la etapa de Magisterio los hizo en la Casa de Probación de Aranjuez (1927-1929) y en el Colegio de Ntra. Sra. del Recuerdo (1929-1930), en Madrid. Comenzó los estudios de Teología en Oña (Burgos) en octubre de 1930, pero, con la expulsión de los jesuitas de España, tuvo que continuar desde 1932 la teología en Marneffe (Bélgica) y después en Valkenburg (Holanda), donde fue ordenado presbítero el 27 de agosto de 1933. Terminada la teología hizo la tercera probación en Braga (Portugal) en el curso 1934-1935.
Destinado como futuro profesor de filosofía, en el curso 1935-1936 estudió en las universidades de Berlín y de Friburgo (Alemania), donde fue discípulo aventajado de Martin Heidegger. Residiendo en la casa del filosofado español de Les Avins (Bélgica), donde estaba destinado como profesor, comenzó la guerra civil en España y se ofreció al P. General para ir a atender a sus compatriotas, especialmente donde estuvieran los más necesitados y fuera más difícil, prefiriendo en principio la zona leal al gobierno constituido (lo cual se demostró imposible para un sacerdote). Al llegar a España en septiembre de 1936, fue enviado como capellán a Talavera (Toledo) en la IV Bandera del Tercio de la Legión, cuyo guion lucía en su anverso el Cristo de Lepanto, precisamente el mismo crucifijo que colgaba del cuello del nuevo páter. Se ganó a los legionarios, yendo con ellos siempre en vanguardia, asistiéndoles en sus últimos momentos, e incluso cayendo gravemente herido en las operaciones sobre la Casa de Campo (Madrid) en noviembre de aquel año. A pesar de seguir con una cojera incómoda, el sacerdote aceleró su recuperación y, ya en diciembre, se reincorporó a su unidad en la Ciudad Universitaria de Madrid. Tuvo que atender a muchos heridos de ambos bandos, con peligro de su vida, para animarles, consolarles o administrarles los últimos auxilios espirituales.
Aprovechando un breve tiempo de permiso y después de unos Ejercicios espirituales, hizo su profesión religiosa –“últimos votos”- el 5 de abril de 1937 en el Colegio San José de Villafranca de los Barros (Badajoz). De regreso al frente, a los pocos días murió instantáneamente el 11 de abril de 1937, a sus 34 años de edad, en la Cuesta de las Perdices (Madrid) por las heridas de un obús, mientras atendía a un legionario herido. Ese día habían recibido muchísimos impactos de mortero y el capitán le había mandado retirarse para salvaguardar su vida, pero él permaneció en el puesto confesando a un legionario. En carta a su hermano jesuita Ignacio, un mes antes de su muerte, comentándole su situación de grave peligro, le escribía: “y si es la muerte, será por amor”.
Su cuerpo fue primero enterrado en un pequeño cementerio de Boadilla del Monte (Madrid) el 13 de abril, más tarde trasladado el 6 de noviembre de 1943 al cementerio del Colegio-Noviciado de la Compañía de Jesús en Aranjuez (Madrid), y finalmente al sepulcro construido a la entrada de la parroquia de San Francisco de Borja, en la ciudad de Madrid, el 22 de noviembre de 1958. Aquí reposa en la actualidad.
El Siervo de Dios gozó de fama de santidad ya en vida, como se relata copiosamente en su proceso. Y también en el momento de la muerte y después de ella. Tanto sus familiares y amigos como sus compañeros jesuitas, como los militares testimoniaron al poco tiempo de su muerte acerca de su vida heroica de santo. Muy pronto se editaron estampas con una oración pidiendo su beatificación. Existe también una lista de favores atribuidos al P. Huidobro tras su muerte. Es indicativo de esta fama que la primera sesión de su causa sea solo diez años después de su muerte. 25 testigos cualificados –en su mayoría jesuitas y militares- testimonian sobre ella. Es importante subrayar que la heroicidad de sus virtudes la ejerció durante toda su vida, especialmente durante su formación en la Compañía de Jesús (1919-1936) y como capellán en el frente (1936-1937). Por eso es propuesto como modelo de virtudes en su calidad de sacerdote jesuita y no solo por los siete meses que estuvo en el frente.
Padre Huidobro
Si salen de Madrid por la carretera de La Coruña, a la altura del Km. 8,6, podrán observar una gran piedra de granito y comprobar, si son capaces de llegar hasta ella, que se trata del monumento “Al padre Huidobro. Capellán de la Legión”.
Murió el año 1951 siendo prisionero de guerra. Se le conocía como el “capellán de los soldados”. “Nunca disparó un arma de fuego pero tenía el arma más poderosa de todas: el amor a sus hermanos, tan poderoso que estaba dispuesto a morir para que ellos pudieran vivir”, dijo de él Obama en el acto de entrega de la preciada condecoración.
El padre Huidobro era un joven jesuita que vino el año 1936 desde su destierro en Bélgica para prestar auxilio espiritual a los soldados en combate.
Murió en el frente de Madrid el 11 de Abril de 1937 siendo capellán de la IV Bandera de la Legión. Con un mono azul como vestimenta y crucifijo en el pecho, sentó plaza con los novios de la muerte y sólo necesitó el primer combate para demostrar quién era aquel curita que siempre aparecía donde más zumbaban las balas. Los legionarios pronto se dieron cuenta. “¡Este cura es un valiente!”, “¡es un Santo!”, decían al ver que se mezclaba entre ellos como uno más. Bien respondía aquél jesuita a lo que ahora predica y ejerce otro jesuita, el Papa: “Los obispos y sacerdotes deben estar al servicio del pueblo, en medio del rebaño y con olor a oveja”. El padre Huidobro amó siempre a sus legionarios, pero estaba en tierra de nadie y se lanzaba a prestar los auxilios espirituales a cualquier herido, sin discriminación de bandos y llevando como únicas armas la bondad y el crucifijo.
Era un valiente y era santo, según el decir de los legionarios que es envidiable certificado popular. Se fue, con tantos legionarios que caían en combate, cuando el amarillo de los jaramagos y el rojo de las amapolas rellenaban las cunetas de la Cuesta de las Perdices.
El poema medieval “La Danza de la Muerte”, que siendo un joven estudiante había representado Fernando Huidobro, se había hecho realidad tal y como él la esperaba, la muerte igualadora.
El Capellán en los ejércitos es algo que los soldados asumieron desde Flandes como saludable precaución ante el trance de la muerte cercana. Desde entonces, los capellanes han recorrido muchos frentes de batalla con su cruz y su estola. Los españoles les llamaban Pater o Padre. Las unidades de los ejércitos anglosajones copiaron entonces el nombre ya que eran los capellanes españoles los que les atendían. Por eso al “military chaplain” le llaman Padre en español. Eran los antecesores del Pater Emil Kapaun, “capellán de los soldados” y del Pater Fernando Huidobro, “capellán de los legionarios”.
DOMINGO DE RAMOS
Misas 09:30 – 12:30 y 19:30 h., siendo precedidas por la bendición y procesión de Ramos.
LUNES SANTO
12:00 h. Misa Crismal
Presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España.
MARTES SANTO
17:00 h. Santa Misa.
18:00 h. Salida del Santísimo Cristo de la Fe
“Cristo de los Alabarderos”.
JUEVES SANTO
19:00 h. Santa Misa de la
Cena del Señor.
Presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España.
23:00 h. Hora Santa
Dirigida por los seminaristas castrenses.
VIERNES SANTO
12:00 h. Vía Crucis en la Catedral, dirigido por los seminaristas castrenses.
17:00 h. Celebración de la
Muerte de Jesús
Presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España.
19:00 h. Procesión con el Santísimo Cristo de los Alabarderos. Saldrá de la “Puerta del Príncipe” del Palacio Real.
SÁBADO SANTO
21:00 h. Celebración de la
Vigilia Pascual
Presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Misas: 09:30 – 12:30 y 19:30
Misa Solemne a las 12:30
Pastorales de Moseñor Juan del Río Martín
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como Arzobispo Castrense de España.
En este dia, el Arzobispo Castrense de España, Don Juan del Rio Martin, no celebro la habitual misa de los domingos en la Catedral Castrense de las Fuerzas Armadas, por tener comprometida su agenda y encontrase realizando otras actividades pastorales.
Perdonen las molestias.
Programa de la Delegación de la Jueventud para la Peregrinación Militar Internacional a Lourdes – 58 PMI