Este año la comida ha sido especialmente bien recibida por dos motivos: el ya indicado de ser el primer evento de estas características que ha podido organizarse tras un paréntesis de dos años y la desgraciada guerra en Ucrania que tantas víctimas y refugiados está provocando en Europa. Había muchas ganas de volver a reunirse y el destino de los fondos recaudados sólo podía destinarse a los damnificados por esta guerra. La respuesta ha sido un éxito: lleno absoluto del comedor. Con especial alegría recibimos la presencia de nuestro Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME) General de Ejército Amador Enseñat y Berea, que mostró con ello su cariño hacia esta Cáritas Parroquial. Nuestro más sincero agradecimiento hacia él.
La comida se celebró en el excelente establecimiento de Pepe Quiles, a quien agradecemos su atención y dedicación exquisitas. Además, la comida fue amenizada por la actuación de la cantante Pepi Díaz que participó en un concurso de búsqueda de talentos musicales. Su voz nos hizo aflorar emociones, provocando ovaciones entre todos los asistentes. De forma totalmente altruista, acudió sin pensárselo dos veces a nuestra propuesta. ¡Muchísimas gracias, Pepi! Con su repertorio y buen humor se pasó el tiempo en un suspiro mientras se rifaban diferentes lotes de regalos (10 en total) aportados desinteresadamente por numerosos particulares, empresas y asociaciones colaboradores habituales de esta Cáritas.
No podemos cerrar esta crónica sin expresar todo nuestro más sentido agradecimiento a todos ellos y a todos los que estuvieron presentes o colaboraron con “silla cero”, que tan desinteresadamente hicieron posible que podamos hacer llegar un poco de amor al prójimo en lejanas tierras, como muestra de que la caridad no tiene fronteras.