Al término de esta, el páter bendijo las medallas conmemorativas del Quinto Centenario pertenecientes a la Asociación de Señoras de Santa Bárbara.
El segundo día del Triduo también se celebró en el Real Santuario, pero esta vez la Eucaristía fue presidida por el Excmo Sr. Obispo de la Diócesis Nivariense D. Bernardo Álvarez Afonso, que no quiso perderse esta importante cita con la Artillería, ya que se cumplen quinientos años de que esta Arma se acogiera bajo el patronazgo de Santa Bárbara. En su homilía, el Obispo habló sobre el Temor de Dios, uno de los siete dones del Espíritu Santo. Explicó que el Temor de Dios no es en sí ningún miedo, sino no negar de Dios en ninguno de los aspectos de nuestras vidas, como hizo la Santa cuando su padre intentó en varias ocasiones que negara su Fe, prefiriendo la muerte y saliendo así victoriosa.
Y finalmente, el último día del Triduo se trasladó a la Santa Iglesia Catedral de la Laguna y en el cual se venera una imagen de la Santa que se encuentra en dicha Catedral, y que perteneció al Acuartelamiento de Almeyda cuando era un Regimiento Mixto de Artillería.
Esta última Eucaristía fue presidida por el Canónico de la Santa Catedral, el Rvdo. Sr. D. Norberto Carlos Hernández Delgado. En su homilía manifestó el sufrimiento y el dolor que soportó la Santa, y que la sociedad hoy en día esta exenta de valores, educación, respeto, dejándose llevar por la desesperanza, y que ahora, más que nunca, debemos abrazar a la fe, vivir de la fe y dejar que ella nos guie y nos salve.
Al término de la misma, los asistentes veneraron la reliquia de Santa Bárbara que descansa en la capilla del Acuartelamiento de Los Rodeos, y se le obsequió con la estampa del Quinientos Aniversario de Santa Bárbara como patrona de Artillería que confeccionó dicho Acuartelamiento.
Cabe reseñar que en los tres días del Triduo se contó con la colaboración del organista Don Carlos Ule, que tantos años lleva prestando sus servicios a la Artillería de la isla de Tenerife.