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La Misericordia Divina no tiene fin

Dibujo CorazonMuchas han sido las gracias recibidas a lo largo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, donde toda la Iglesia ha mirado al corazón del Padre, fuente inagotable de amor misericordioso para con los hombres. Los católicos hemos tenido la oportunidad de redescubrir lo esencial de nuestra fe que: ”Dios es amor, predica amor, y envía amor”. La misma Iglesia es ante todo: “Misterio del amor de Dios a los hombres”. Por lo tanto, en las relaciones con nuestros semejantes ha de estar la marca de la caridad: “Si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros” (1Jn 4,11).
Todo ello, no quiere decir que estemos ante una concepción del cristianismo puramente sentimental o etéreo. Profesar que Dios es Amor, es lo más concreto y realista que se puede decir, porque Él lo ha demostrado primero: “tanto amó Dios al mundo que nos envío a su Hijo” (Jn 3,16). Jesucristo, por su encarnación redentora ha manifestado al mundo que la misericordia del Padre siempre es cabal y se expresa a través de las Obras de misericordia corporales, que es actuar con los sentimientos de Jesús, con los pobres y necesitados: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Pero el ser humano, es espíritu encarnado, y no debemos olvidar las Obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las molestias del prójimo, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. ¡Este es el permanente Plan pastoral que debe conducir siempre a la Iglesia!
Este domingo comienza en el nuevo Año litúrgico, se inicia con las cuatros semanas del Adviento centrada en la triple esperanza gozosa: del Dios humanado que vino, El que se hace presente en su Iglesia y El que vendrá al final de los tiempos. Todo ello, muestra cómo la misericordia divina nunca concluye, sino que es eterna para esta humanidad redimida.

Juan del Rio Martín.
Arzobispo Castrense de España

Modificado por última vez en Lunes, 16 Enero 2017 11:02

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