En su itinerario a Cracovia, el grupo del arzobispado castrense ha hecho su última parada en una verdadera joya de Europa, Praga, la capital de la República Checa. Esta vez el viaje desde Estrasburgo se retrasó debido a las caravanas, pero esto no hizo mella en el grupo, pese a todas las dificultades, la alegría, virtud propia de los cristianos, se mantuvo en todo momento. Nada más llegar a Praga, el grupo se dirigió a la iglesia de Santo Tomás, perteneciente a la orden de los Agustinos. Tras celebrar ahí la eucaristía tuvieron, como otras veces, la oportunidad de ver esta maravilla, pasando por el puente de Carlos V, la Catedral, la Torre del Reloj y muchos otros monumentos de Praga. El grupo va ya camino Cracovia, para encontrarse con jóvenes de todo el mundo que se reúnen con el vicario de Cristo, mostrando sin miedo su fe en público.