Esta es la última entrega que realizan los miembros de esta Agrupación naval española antes del repliegue.
Los infantes de marina han estado trabajando a pie de calle con la gente, ayudando, retirando escombros en la zona, han salvado la vida a dos personas, y han realizado una labor extraordinaria, dentro de tanta catástrofe.
A su llegada a la zona afectada por el terremoto, el páter D. Francisco Vivancos, contactó a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada, con las Hermanas del Verbo Encarnado y los primeros días, un grupo de infantes de marina entregaron comida, agua y medicamentos a las Hermanas, cuya residencia se había visto afectada por el derrumbe de una parte de la casa.