“Pero la misericordia y el perdón no deben quedarse en palabras bonitas, sino realizarse en la vida cotidiana. Amar y perdonar son el signo concreto y visible que la fe ha transformado nuestro corazón y nos permite expresar en nosotros la vida misma de Dios. Amar y perdonar como Dios ama y perdona. Este es un programa de vida que no puede conocer interrupciones o excepciones, sino que nos empuja a ir siempre más allá sin cansarnos nunca, con la certeza de ser sostenidos por la presencia paterna de Dios. Este gran signo de la vida cristiana se transforma después en muchos otros signos que son característicos del Jubileo. Pienso en quienes atravesarán una de las Puertas Santas, que en este Año son verdaderas Puertas de la Misericordia. La Puerta indica a Jesús mismo que ha dicho: «Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos» (Jn 10, 9). Atravesar la Puerta santa es el signo de nuestra confianza en el Señor Jesús que no ha venido para juzgar, sino para salvar (cf. Jn 12, 47).” (audiencia general del Papa Francisco, miércoles 16 de diciembre de 2015)
…y siguiendo estas palabras del Santo Padre, la damas de Loreto de Armilla (Granada) nos dispusimos a emprender una pequeña peregrinación hasta la basílica de las Angustias, templo emblemático de la ciudad por acoger a su querida patrona, proclamado durante este año de la Misericordia como templo jubilar.
Mensualmente celebramos nuestra misa en la pequeña capilla de la base a la que acuden desde Granada, tanto damas de mucha antigüedad como personas próximas al Ejército del Aire que quieren rendir homenaje a nuestra virgen de Loreto.
En esta ocasión, y con la ayuda de nuestro querido pater Francisco Nistal, trasladamos nuestra misa de ubicación con la ilusión de poder ganar el jubileo del Año de la Misericordia, ya cercano a su clausura. Y, como una gran familia, nos acompañaron también feligreses de la parroquia castrense que habían sido invitados en la misa dominical, así como de la Hermandad de veteranos de las FAS y la Guardia Civil.
Aunque nuestro peregrinaje fue corto (salimos de la glorieta de la aviación española, no muy lejos de la basílica), en nuestros corazones llevábamos la ilusión de compartir todas juntas un momento de gracia tan especial. Y es que, si el Papa, en nombre de Cristo, nos está pidiendo a todos los cristianos ser misericordiosos como Él lo fue, ¡cuánto más a los cristianos comprometidos en causas tan vinculadas a la ayuda a los demás como nuestra asociación!.
Mercedes Fernández-Shaw.
Presidenta de las Damas de Loreto de Armilla (Granada)