En la mañana del martes con motivo de la festividad de san Juan Bosco, patrono del cuerpo de especialistas y de las especialidades fundamentales de este ejército de Electrónica y Telecomunicaciones, Mantenimiento y Montaje de Equipos, electricidad, Informática, Automoción, Mantenimiento de Aeronaves, Mantenimiento de Armamento y Material, Mantenimiento de Vehículos, Mantenimiento Electrónico y de Telecomunicaciones, Chapa y Soldadura, Montador Electricista y Montador de Equipos. Nos reunimos en las dependencias del Cuartel General de la UME para celebrar la Eucaristía y hacer un acción de gracias por los miembros de este cuerpo que prestan servicio y por aquellos que ha fallecido.
En la celebración de la santa Misa el Pater Juan Carlos Pinto les exhortó a vivir su vocación como un verdadero servicio a los demás como lo hizo el santo de Turín.
PATRONAZGO DE SAN JUAN BOSCO:
El 24 de enero del año 2000 en comunicación del Jefe del Estado Mayor del Ejército se designa oficialmente a San Juan Bosco como Patrón del Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra. Debido a que la mayor parte de los Especialistas del ET se formaron en los Institutos de Formación Profesional del Ejército, y por motivo que el patrón universal de la enseñanza profesional era San Juan Bosco, ¿por qué no acogerse bajo el amparo paternal del santo italiano? Asumiendo el común deseo de los fieles militares católicos pertenecientes al Cuerpo de Especialistas, y como muestra de su especial predilección por dicho Santo, quien empleó todas sus energías en la educación de los jóvenes, el 31 de enero se celebra todos los años esta festividad. Juan Bosco nació en Becchi, en el Piamonte italiano, el 16 de agosto de 1815. De familia campesina, quedó huérfano con 2 años de edad, siendo educado por su madre.
Niño inquieto y muy audaz, tuvo que trabajar para poder estudiar. Hizo de todo: mozo de granja, camarero, aprendiz de sastre, de zapatero, de carpintero y de herrero y, hasta de saltimbanqui y titiritero. Ingresó en el seminario y fue ordenado sacerdote en 1841. Su ministerio sacerdotal le lleva a entrar en contacto con la parte de la sociedad más abandonada y despreciable: los niños huérfanos y jóvenes sin recursos y abocados a la explotación y la delincuencia. Sintió la urgente necesidad de dar una instrucción religiosa, cívica, intelectual y moral en la sociedad de su tiempo y no podía dejar de hacer algo. Y así decidió dedicar su vida al rescate de los jóvenes, desde la educación y la formación en un oficio conjugándola con una rica formación moral y espiritual. Se trata de una de las figuras mundiales de la enseñanza; es el creador de la actual formación profesional y a su vez el maestro de los trabajos manuales. San Juan Bosco fue un educador excepcional. Su inteligencia aguda, su sentido común y su profunda espiritualidad le llevaron a crear un sistema de educación capaz de desarrollar la persona en su totalidad; cuerpo, corazón, mente y espíritu. Dio a su nuevo método el nombre de sistema “preventivo”, porque buscaba la manera de prevenir la necesidad del castigo poniendo al alumno en un entorno, en el cual se viese capaz de ser lo mejor que uno puede ser. Fundó la familia Salesiana, que hoy cuenta con más de 15000 religiosos y está presente en 132 países de todo el mundo. Es una de las instituciones dedicadas a la educación con mayor prestigio y nivel de nuestro tiempo, y se cuentan por miles, los jóvenes que se forman en sus aulas. De su ideario y de su manera de educar a los jóvenes, se formaron y se siguen formando nuestros Especialistas del Ejército.
Inquieto en su juventud, fue un líder para sus compañeros; infatigable trabajador y de una celosa preocupación por la educación de los jóvenes. Don Bosco lograba impulsar el estudio inculcando a sus alumnos el sentido del deber, apreciando y valorando siempre hasta el más mínimo esfuerzo; incentivándolos, no sólo a que desarrollaran su inteligencia, sino también a que fortalecieran su voluntad y templaran su carácter. De comportamiento ejemplar, polifacético, imaginativo e innovador, infatigable trabajador, con una insuperable vocación de servicio, abnegado y entregado, y sobreponiéndose siempre a las adversidades, son los valores de este santo que configuran y definen a los Especialistas de nuestro Ejército. Soldado siempre abnegado No querrá buscar la gloria Leal valiente esforzado La paz será su victoria.