San Juan Nepomuceno nació el año 1340. Como es sabido por todos, era canónigo de la catedral de Praga y confesor de la reina. Su vinculación con esta suscitó la envidia del monarca, que le exigió romper el sigilo sacramental con el fin de conocer los secretos que ocultaba su esposa. Pero, como él se negara a cumplir tan infame propósito, fue torturado y arrojado al río Moldava. De esta manera, y como afirmaría san Juan Pablo II años después, “las aguas fueron santificadas por el cuerpo y la sangre del mártir”[1]. Desde entonces, es considerado patrono de los confesores y abogado de la buena fama.
Su relación con la Infantería de Marina viene de lejos. Como hemos dicho, ya en el año 1731, es decir, poco después de su canonización, que había tenido lugar el 19 de marzo de 1729, el recién creado Batallón de Barlovento lo asumió como protector. En 1758, pasó a proteger a los Batallones de Marina, estableciéndose como fecha de su celebración el 16 de mayo. Finalmente, el 18 de marzo de 1878, se confirmó a dicho santo como patrono del cuerpo.
En la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid (AGRUMAD), nos hemos sumado a esta festividad mediante la celebración de la santa misa y de un acto propiamente castrense. En este, como es habitual, ha tenido lugar la imposición de condecoraciones y la felicitación del coronel. Esperemos que san Juan Nepomuceno continúe abogando por nuestros infantes de Marina muchos años más.
José María Pérez Chaves
Capellán de la AGRUMAD
[1] Carta de san Juan Pablo II al arzobispo de Praga en el 250º aniversario de la canonización de san Juan Nepomuceno