El grupo español estaba constituido por 351 peregrinos, entre los que se encontraba un grupo de la Delegación de Juventud del Arzobispado Castrense con alumnos de las Academias, Como las otras Delegaciones, la española estaba formada por militares, sobre todo jóvenes, procedentes de toda la geografía española del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire, Guardia Civil, Guardia Real y UME (Unidad Militar de Emergencias), además de familiares y personal civil del Ministerio de Defensa.
Este año la representación oficial ha correspondido al Ejército del Aire, siendo el general Javier Bustillo Carramiñana quien ostentó la representación de la ministra de Defensa, los alumnos de la Academia General del Aire fueron los responsables del traslado de la bandera nacional con su escolta, también han sido componentes de este Ejército quienes han colaborado en el servicio de seguridad internacional y han aportado la unidad de Música que animó los desfiles y resaltó la presencia de la Delegación española en Lourdes.
El programa de Actos incluía celebraciones internacionales y otras propias de cada Delegación. De las internacionales destacamos la Apertura, Vigilia de Reconciliación, Festival de las Músicas militares, Homenaje a los caídos de todos los ejércitos y naciones, Conferencia-debate de autoridades, Procesión mariana de las antorchas, Vigilia de oración, Misa Internacional y Envío.
La Delegación española tuvo una concentración previa en Zaragoza con una Misa y ofrenda de flores a la Virgen del Pilar. En Lourdes se celebró la Eucaristía en la Gruta de las apariciones, Vía Crucis en la montaña, Rezo en la Basílica del Rosario, Ofrenda y Visita, con participación de la Unidad de Música, a los enfermos alojados en la hospitalidad de Lourdes, donde se encontraba un grupo de enfermos y acompañantes de Pamplona.
Cabe destacar que además de los actos oficialmente programados hubo tiempo para la convivencia fraternal y festiva entre los jóvenes militares de los numerosos países presentes. La PMI es eso, un tiempo de encuentro, reconciliación, convivencia, diálogo y oración por la paz de los militares, a los que el Papa San Juan Pablo II llamó “centinelas de la paz”; y también de solidaridad con los heridos y fallecidos en actos de servicio y operaciones de paz, y con sus familias.
El Papa Francisco, como en años anteriores, también ha enviado un mensaje por medio de su Secretario de Estado, uniéndose a todos los peregrinos allí presentes por la oración, recordando que los militares por vocación están llamados a ser constructores de la paz, manifestándoles su afecto, cercanía y apoyo, especialmente a los que están en peligro y a sus familias. A todos encomienda a la Virgen y da su bendición.