El acto consistió en una misa celebrada por su capellán en la cubierta de vuelo y un café- desayuno que nos ofreció el comandante de la misma, el Capitán de Fragata Tomás Dolarea. Al acto asistió dotación de las otras fragatas, encabezadas por el Comandes 41 que quiso acompañarnos a la celebración.
Fue una ceremonia sencilla y sobria, debido a las circunstancias actuales, pero no por ello dejamos de celebrar ese gran día tan querido y amado por la Armada. Seguimos pidiendo a la Estrella del mar que nos proteja, ayude y nos bendiga cada día de nuestra vida, ya sea en tierra, ya sea en la mar.