Ante este trágico accidente, el Arzobispado Castrense encomienda su descanso eterno del joven defensor de España, en estos momentos de desolación que la esperanza de Jesús resucitado, vencedor de la muerte, sea el consuelo de los que han perdido a un ser querido sabiendo que quien da su vida por sus hermanos recibe cien veces más en el reino de los cielos.
El Arzobispado Castrense pide a los capellanes y a los fieles que eleven sus oraciones por el eterno descanso de este joven servidor de España.
Descanse en paz