Fueron acompañados por sus respectivos capellanes que durante las jornadas vivieron experiencias únicas y gratificantes junto con todos los peregrinos del mundo entero participando en los actos centrales y otros eventos.
La experiencia de vivir de cerca la presencia del Santo Padre fue la mas emocionante de todas así como el camino interior hacia un encuentro con Dios que les marcará para toda la vida.