El Pater Juan Carlos Pinto recordó que esta celebración nos empuja a no sentirnos solos en nuestra vida, a ser conscientes que Dios siempre está a nuestro lado siempre con la intercesión de nuestras patronas, hasta en aquellos momentos que sentimos humanamente la soledad o la oscuridad. Cristo no abandona, Cristo camina siempre con nosotros: una veces de forma más perceptible, otras más misteriosa pero siempre se implica en la realidad y la historia de cada hombre. Nuestras alegrías son sus alegrías, nuestras lágrimas son sus lágrimas. Por esos nos ha dicho en el Evangelio “No os llamo ya siervos; a vosotros os he llamado amigos”, esta complicidad del Señor nos tiene que llevar a sentirnos siempre acompañados en nuestra vida, a que todo cuanto realizamos y somos, los hacemos en Él.
El militar cristiano tiene en Cristo a su confidente que alienta a seguir la senda correcta que ha emprendido, a corregir con calma cuando nos distanciamos de sus planes.