A la orilla de Mediterráneo y con el inmejorable escenario de sol brillando sobre las aguas del mar que nos une, se encontró en un verdadero clima fraterno con el Arzobispo Maronita de Tiro monseñor Chucrallah. Al encuentro se unió de forma gratamente sorpresiva el Arzobispo Melquita de la ciudad cuando supo la presencia de don Juan.
La unidad de los católicos manifestada en la diversidad de ritos dio origen a la larga y apasionante conversación, que tras rezar unidos en la catedral y visitar la capilla subterránea regada por la sangre de mártires antiguos y modernos que allí fueron martirizados, tuvo lugar. El propio monseñor Chucrallah recordaba con tristeza como años atrás tras celebrar los sacramentos en la comunidad de militares españoles al día siguiente recibía la noticia del atentado que provocó la muerte de varios militares españoles. Esa entrega de la vida por un país extranjero del que no se espera nada fue alabada por ambos Arzobispos recordándoles don Juan que solo somos piezas de la armonía de la paz a la que el Papa Francisco nos invita a ser constructores.
Con la entrega de presentes concluyó un encuentro que se cerraba en las palabras del General Jefe de la BRILIB diciendo que solo la integración real de las tropas españolas en la comunidad libanesa ha logrado que se conviertan en una pieza más de la anhelada paz en el Líbano donde todos los estamentos y realidades se encuentran involucrados.